martes, 18 de enero de 2011

Al pasar fingiré una sonrisa, como un dulce contraste, del dolor de quererte.

Sientes un consquilleo que recorre todo tu cuerpo, una especie de ventisca que hiela tu sangre, le vés&sólo esta él, lo miras fijamente a los ojos, te quedas perdída en su mirada, no sabes como reaccionar, está ante ti, la persona en la que no puedes dejar de pensar ni un solo minuto, la persona en la que piensas los cinco minutos antes de quedarte dormida, la razón por la que te levantas cada día, quien te escucha, con quien te identificas, quien tanto admiras&anhelas, esta ante tí&no sabes ni como reaccionar, intentas buscar las palabras exactas, intentas relajarte&ordenar las palabras para poder formar algo que tenga algún sentido&asi poderle decir lo que tanto deseas que escuche, respiras hondo, el aire más helado&exalas tu último aliento, comienzas a trabarte, pero a pesar de la dificultad logras decirle: te quiero.

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