domingo, 3 de febrero de 2013

Desde el abismo se goza de las mejores vistas

Defínete a ti mismo. Por más que lees una y otra vez la misma pregunta, no sabrías como contestar de una forma clara y concisa. No sabes qué podrías decir que te hiciese diferente, que te identificase ante el resto.
Comienzas a recordar cómo eras antes y lo que eres ahora, te sueles repetir a ti mismo, que no has cambiado demasiadas cosas, que has ido encauzando tu vida, pero que tus costumbres permanecen encerradas contigo.
Cada paso en falso, te ha ido quitando una pequeña parte de ti, aunque veas que en muchos aspectos has podido mejorar, tu forma de ver las cosas, ya no es tan egoísta como al principio podría ser, intentas resolver todos tus problemas por tu cuenta, por más que podrías pedir ayuda, apoyarte, refugiarte en los demás, prefieres hacerlo por ti mismo. Al fin y al cabo siempre ha sido así, por qué iba a cambiar ahora...
Te notas más autosuficiente, quizá mucho más de lo que nunca fuiste, pero, tu sonrisa, cada vez es más hipócrita, lo único que te apetece hacer es tumbarte, escuchar todas esas canciones que por unas cosas u otras se han añadido a la banda sonora de tu vida, esas melodías de voz rasgada, esa brisa de melancolía que abanica tu cara, todo ello forma parte de tu día a día, tienes tus propias metas, pero no crees que nunca las puedas ver cumplidas, te tumbas y analizas, vas perdiendo la ilusión, la esperanza, no crees que llegue a haber ningún atisbo de cambio.
Siempre es el mismo círculo vicioso, en el que aunque no sepas muy bien por qué, acabas cayendo una y otra vez, aunque creas que la próxima vez será diferente, te llegas hasta a replantear un cambio, no quieres volver a ser igual de idiota esta vez, quieres decepcionarles de antemano, esfumarte antes de llegar al momento auge, pero, vuelves a caer, sin quererlo, vuelves, después de todo ello, sabes lo que toca, como siempre, días y días encerrada en tu burbuja, de la que cada vez te cuesta más y más salir, te vuelves aún más fría, distante, pero aunque quieras adquirir parte de esa gelidez que el resto tiene, te es imposible,
En algún aspecto, ves que has podido cambiar algo, pero sigues siendo la misma ingenua de siempre.
Aún así, no sabes si estás haciendo las cosas de forma correcta, dentro de lo que tú consideras malo, esta vez tu situación ha dado un cambio, cosas por las que antes suspirabas, ahora han pasado a formar parte de tu día a día, no tienes que aguantar las humillaciones diarias, ahora estás lejos de ello, aunque, te es inevitable tenerlo presente, tus raíces, no las puedes olvidar así como así, y te cuestionas sobre lo correcto e incorrecto, por una vez, has sido egoísta, no para herir a nadie, sino, para lo que tú consideras como salvarte a ti misma.
Pero te es imposible el evitar sentirte culpable por ello, quizá deberías de seguir como antes, con tal de ver a otras personas mejor, ese dilema, se suma a tus quehaceres diarios, no sabes como reaccionar, y ahí te ves, impotente luchando contra tu destino.